El intento de influir en la opinión pública con encuestas débiles volvió a quedar al descubierto.
La Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), a través de su directora Ericka Méndez Chacón, exigió la retractación inmediata de un sondeo electoral publicado por el Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIOdD).
Un sondeo que no cumple con la ciencia
Según la Escuela de Estadística, el estudio carece de rigurosidad metodológica.
El muestreo fue por conveniencia, con encuestas voluntarias en redes sociales y WhatsApp, y la mayoría de los participantes tenían estudios universitarios.
¿El problema? Eso no representa al pueblo costarricense en su conjunto.
En palabras claras: lo presentado como “encuesta científica” es en realidad un sondeo sin validez, que no refleja la intención de voto real.
¿Qué consecuencias trae?
La directora fue enfática:
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Publicar estos resultados daña el prestigio y la credibilidad de la UCR.
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Se corre el riesgo de desinformar al electorado con datos sesgados.
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En tiempos electorales, un error así puede ser usado para manipular percepciones.
¿A quién beneficia un sondeo así?
El cuestionado estudio, divulgado el 2 de septiembre de 2025, mostraba ventaja para el Frente Amplio y el Partido Liberación Nacional.
No es casualidad: se publican datos inflados para ciertos partidos, mientras se intenta sembrar dudas sobre el liderazgo de Rodrigo Chaves.
Pero la misma universidad ya lo dejó claro: este sondeo no tiene valor científico.
Reflexión para el pueblo
Lo que vivimos es otra prueba de cómo algunos sectores intentan torcer la realidad con números mal hechos, tratando de imponer narrativas que no corresponden a la verdad.
El pueblo debe tenerlo presente:
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No todo lo que se publica como “encuesta” es confiable.
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Hay que exigir pruebas sólidas y no dejarse manipular por sondeos de redes sociales.
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Hoy la propia UCR desenmascaró una maniobra que pudo afectar la confianza ciudadana.
Conclusión
Esto no se trata solo de un sondeo mal hecho.
Se trata de un intento de jugar con la democracia costarricense.
La transparencia y la verdad deben prevalecer, y en este caso, fue la Escuela de Estadística la que levantó la voz para proteger el prestigio de la universidad y la confianza del pueblo.