La posible candidatura de Claudia Dobles Camargo, exprimera dama y esposa del expresidente Carlos Alvarado, genera una fuerte resistencia en el electorado costarricense. Aunque algunos sectores la presentan como una opción política, gran parte del pueblo expresa rechazo y desconfianza hacia su figura.
El peso del PAC y el desgaste político
Claudia Dobles está ligada directamente al Partido Acción Ciudadana (PAC), un grupo político que gobernó entre 2014 y 2022 y que salió del poder con altos niveles de desaprobación.
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Escándalos como el Cementazo, el Hueco Fiscal y la percepción de corrupción y mala gestión dejaron una huella negativa.
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La ciudadanía asocia a Dobles con esas administraciones, especialmente con la de su esposo, Carlos Alvarado, quien enfrentó protestas sociales y acusaciones de autoritarismo durante su mandato.
Una figura sin independencia política
Muchos costarricenses sienten que Claudia Dobles no representa un proyecto propio, sino la continuidad del PAC y de Carlos Alvarado. Para el electorado, su nombre aparece más como un intento de revivir a un partido desgastado que como una alternativa real de cambio.
Rechazo en la opinión pública
Encuestas recientes y conversaciones en redes sociales muestran que el nombre de Claudia Dobles genera resistencia inmediata:
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Se percibe como parte de las élites políticas que ya gobernaron sin resultados.
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No existe confianza en que pueda liderar con independencia.
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En muchos sectores, su candidatura es vista como un intento de “reciclar” figuras que el pueblo ya rechazó en las urnas.
Un país cansado de más de lo mismo
Costa Rica atraviesa un periodo de desconfianza hacia la política tradicional. Los votantes demandan caras nuevas, proyectos frescos y liderazgos auténticos. Frente a eso, Claudia Dobles simboliza para muchos un retorno al pasado que no desean repetir.
Conclusión
La razón por la cual gran parte del pueblo no quiere votar por Claudia Dobles es clara: representa la continuidad de un partido y una gestión que la mayoría rechaza. Su vínculo con Carlos Alvarado y con el PAC pesa más que cualquier propuesta nueva que pueda presentar.
En un país que clama por renovación, Claudia Dobles aparece como lo contrario: un símbolo del pasado político que el pueblo de Costa Rica ya no quiere volver a vivir.