San José, Costa Rica – Ante el aumento de homicidios y la presión ciudadana por soluciones, el Gobierno de Costa Rica ha comenzado a analizar alternativas internacionales para reforzar la seguridad. Uno de los modelos que más interés ha despertado es el salvadoreño, especialmente por la construcción de la mega cárcel CECOT y sus resultados visibles en la reducción del crimen.
En abril de 2025, el ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos Valverde, visitó El Salvador para conocer el funcionamiento de este centro penitenciario y explorar medidas que puedan adaptarse a la realidad costarricense.
“Queremos fortalecer nuestra seguridad sin comprometer la legalidad y el respeto a los derechos fundamentales”, indicó Campos tras su visita.
¿Qué tiene de especial la cárcel de El Salvador?
El CECOT es una prisión de máxima seguridad donde se concentran miles de detenidos bajo sospecha de pertenecer a organizaciones criminales. Su construcción ha sido parte central del modelo de seguridad del presidente Bukele.
Este enfoque ha logrado reducir drásticamente los índices delictivos, aunque también ha recibido cuestionamientos por la suspensión de ciertos derechos constitucionales. En Costa Rica, el Gobierno ha reiterado que no busca copiar el modelo, sino adaptar lo que funcione dentro del marco democrático.
Equilibrio entre firmeza y legalidad
Aunque Costa Rica no tiene mayoría legislativa, el Ejecutivo ha mostrado capacidad de liderazgo al buscar soluciones viables sin polarizar a la población. La evaluación del modelo salvadoreño se hace con cautela, pero con una visión clara: proteger a las familias costarricenses.
Un país abierto a aprender
En 2024, Costa Rica reconoció los avances de El Salvador en seguridad otorgando una distinción diplomática a su presidente. Esto refleja una apertura estratégica a observar lo que funciona en otros contextos, sin comprometer los valores nacionales.
Conclusión:
El interés por una cárcel tipo El Salvador en Costa Rica no es una promesa ni un plan inmediato, pero demuestra que el Gobierno está explorando alternativas firmes ante la inseguridad. La prioridad es clara: devolverle la tranquilidad a los ciudadanos, sin caer en extremos.